Canadá

La Obra de Mita llega a Canadá para el año 1991. Las hermanas Jhojane, Dominga y Carmen “Morena” Rodríguez habían conocido la Congregación Mita en República Dominicana desde el año 1971. Más adelante, se establecen en Montreal, Canadá. Allí se mantienen perseverando en oración y conservando su fe. Para mayo de 1991, el obrero Oscar Rodríguez se encontraba pastoreando la congregación de Nueva York e hizo con los hermanos una excursión para ver las Cataratas del Niágara. Aarón los invitó para que también se allegaran hasta Montreal y visitaran a las hermanitas Rodríguez. Coordinaron hacer un servicio religioso. Las hermanas Rodríguez comenzaron a invitar a compañeros de trabajo y a otras personas que conocían en el área para que se allegaran. El servicio se llevó a cabo el 12 de mayo de 1991. En el mismo se unió a la Obra el hermano de origen guatemalteco y esposo de Jhojane Rodríguez, Eduardo Castillo, quien a su vez se convirtió en el primer hermano de Guatemala que llega a la Congregación.

Desde aquel momento, Aarón les solicita a los obreros de las congregaciones de Nueva York, Boston y Connecticut que tomaran turnos para allegarse hasta Montreal los fines de semana y así congregar a los hermanitos. El domingo, 27 de octubre, Aarón llega a Montreal, en donde ya había crecido el grupo de feligreses. El 25 de octubre de 1993, Aarón deja al frente de la congregación a Eduardo Castillo y a Carmen “Morena” Rodríguez. La congregación siguió creciendo y a inicios de los 2000 se empezó a formar una banda, la cual se funda oficialmente el 25 de noviembre de 2001. En el 2006 la Obra se expande a la ciudad de Calgary, provincia de Alberta, ya que el hermanito dominicano Alejandro Pontier se traslada a esa ciudad por razones de trabajo. Allá también empezó a reunirse un grupo de hermanos. Actualmente, son cientos los hermanos que han abrazado esta obra en tierras canadienses, tanto en la ciudad de Montreal como en la ciudad de Calgary.

Testimonio de sanidad

Un testimonio que queremos compartir es el ocurrido a nuestra hermana Jhojane Rodríguez de Castillo en 2001. Los médicos le diagnosticaron un cáncer al 85 % y no le daban muchas probabilidades de vida. Ante esta situación, decide llamar a Aarón y contarle su situación crítica de salud.  Aarón oró por ella y en su oración pedía a Dios que quemara con el fuego de su Santo Espíritu el cáncer. Por decisión de una prestigiosa junta médica, la hermana iba a tener que ser intervenida quirúrgicamente. Fue así como dos semanas después de la oración se presentó ante los médicos. Uno de ellos le dice: «No sé cómo te voy a decir esto, pero me ha pasado algo grande.  No sé cómo te lo digo, pero los resultados de las nuevas biopsias han salido negativos.  Por eso te llamaré “La femme du miracle”». Nuestra hermana no tuvo que tomar quimioterapias y recibió sanidad. Cuando se comunicó con Aarón para contarle el testimonio, él le respondió muy contento: «¡Qué la gloria y la honra sea para Mita!».