La Obra de Mita tiene sus inicios en el Ecuador en 1993. Algunos obreros colombianos llevan este mensaje de salvación a tierras ecuatorianas. Cientos de almas han abrazado esta Obra del Espíritu Santo y hoy día contamos con dos congregaciones en la provincia de Esmeralda. Además, también hay hermanos en las ciudades de Quito, Guayaquil, Manabí, entre otros.
Para 1993, empezó a decirse en Esmeralda que había llegado una iglesia, donde se hacían milagros y prodigios. Una de las que oyó esta noticia fue Marcela de Marín. Su hija padecía de una enfermedad que la atormentaba; no tenía cabello. A raíz de esto, la niña no quería ir a la escuela ni salir a la calle. Muy preocupada por su hija, pero con esperanza en Dios, Marcela llegó a un servicio de la Iglesia de Mita. Oyó a la obrera Amanda Sánchez que estaba predicando sobre el versículo bíblico de la unción de los enfermos con aceite de oliva. Esto la motivó a aplicarle el aceite de oliva bendecido por Aarón todos los días en la cabecita de la niña. A los 15 días empezó a salirle cabello a la niña. Este testimonio solidificó la fe de la hermana Marcela y su niña en esta Obra.